NYS VENCE EN ASTEASU

A los 34 años de edad, en su cuarta participación en la prueba que organiza Aiztondo T.E., parece que Sven Nys dispone de la fórmula para que el tiempo se detenga o, al menos, no pase tan rápido para él como para otros ciclistas.

Vencedor en 2007 en su primera participación, segundo en 2008 y 2009, nuevamente vencedor en 2010, Nys sumaba su octava victoria de la temporada, la 221 de toda su carrera profesional, en una trayectoria que se asemeja a un libro de matemáticas por la cantidad de números que tiene y de records que atesora. Asteasu presentaba su mejor participación desde que organizan la prueba. Nunca habían tenido un nivel tan alto de corredores extranjeros, con tres campeones del mundo, con los dominadores de la temporada internacional. A la hora de la verdad, de observar la carrera, todo se quedó en nada deportivamente, salvo una cosa: la nueva exhibición del fenómeno de Bonheiden.

Es como si Nys hubiese tenido alguna factura pendiente con alguien puesto que no dejó ningún resquicio para la duda, ninguna oportunidad para sus rivales, ninguna posibilidad de que una avería o un accidente pusiesen emoción en uno de esos circuitos, nuevamente plagado de miles de aficionados, que permiten disfrutar del ciclo-cross. Nys derrumbó todo en la segunda vuelta. Hizo saltar el grupo compuesto mayoritariamente de belgas que le acompañaban en una salida esperpéntica, con dos filas de ciclistas en función de los puntos UCI que atesora cada uno. Luego acabó por convertirse en una amalgama de bicicletas y ciclistas. Marcó su ritmo -demoledor al principio, más comedido en la parte final de la prueba y atemperado al final- para pasearse por unas campas que conoce a la perfección.

Con más de la mitad de la temporada por delante, Nys suma ya ocho victorias, una cifra que aumentará hasta que lleguemos al mes de febrero. En Asteasu ofreció un recital en el que nadie fue capaz de acompañarle.