LA EROICA

NI BALLAN NI CUNEGO PUDIERON CON GILBERT Nació para disfrute de esos locos enamorados de la bicicleta, los que salen, cada día, cuando se despiertan, cuando dicen adiós a la oficina, cuando acaban de trabajar, cuando los exámenes lo permiten, a emular a aquellos que ven a través de la pantalla, a esos héroes vestidos de ciclistas que viven por y para el deporte de la épica, uno duro y sufrido, uno que atrapa a millones y millones de personas a lo largo de todo el mundo. La 'Eroica', que comenzó siendo para ellos, los cicloturistas, ha ido evolucionando hasta llegar a contar con algunos de los mejores corredores que existen entre sus participantes.

Como Cadel Evans y Alessandro Ballan, por ejemplo. Como Mark Cavendish y Peter Velits. Como Giovanni Visconti. Como Damiano Cunego. Como André Greipel y Tyler Farrar. Como Fabian Cancellara. Como Andy Schleck. O como Philippe Gilbert, el belga más en forma, el belga que nunca se conforma con pasar de puntillas, que quiere ser siempre el protagonista, amante del espectáculo, amante de carreras en las que el olor de lo antiguo, de lo añejo, cobra una especial importancia. Una de ellas es la 'Eroica', un paraíso del espectáculo, una cita de otra época, de las llamativas, de las bonitas, invadida por una atmósfera retro, de otro tiempo, de otra época. Una que se ha llevado, precisamente, Gilbert, de 28 años, de Verviers, del Omega Pharma-Lotto. El que hoy fue mejor que todos, el más duro, el más rápido, el primero.