Ayer jueves se cumplió el 20º aniversario de la 13ª etapa del Tour de Francia de 1991. En aquella edición, un joven Miguel Indurain daría comienzo a un quinquenio de éxitos en el mundo del ciclismo, especialmente en la prueba francesa.
El pentacampeón del Tour se reunió ayer en la localidad francesa de Luz Saint- Sauveur, a los pies del Tourmalet, para rememorar la mítica escapada que le posibilitó vestir por primera vez el maillot amarillo.
“No soy una persona muy dada a los homenajes, pero cuando me comentaron lo que querían hacer, me fue imposible decir no”, explicó Indurain emocionado antes de repetir el recorrido que inició una era dorada en el ciclismo español.
El imponente Tourmalet evocó en Miguel las sensaciones de su primer Tour, de aquel golpe sobre la mesa que dio acompañado del italiano Claudio Chiappucci. "Hacía cinco años que no ascendía por este lado. Ha sido muy bonito repetir la etapa justo en esta fecha”, comentó mientras le rodeaban varias decenas de ciclistas aficionados que le acompañaron, ataviados con maillot conmemorativo de este 20º aniversario.
29/07/2011