Tyler aprovecha su oportunidad


Ahora que casi todo el mundo regresó al tajo o la oficina, los 193 ciclistas que siguen en la Vuelta a España escaparon del estrés extenuante y se entregaron a la descompresión. La salida de Andalucía y la llegada a la Región de Murcia, en plan vacacional, se produjo de forma ordenada y sin accidentes, salvo el del ganador, el estadounidense Tyler Farrar, que se había ido al suelo en la zona de avituallamiento. Después, todo el pelotón solventó sin daños el riesgo inevitable que acompaña a una llegada masiva, en la que el británico Mark Cavendish volvio a lanzar su ataque terminal demasiado pronto para su estado de fuerzas actual. Sigue sin poder sumar su primer triunfo individual de etapa en esta ronda de la Roja.

Tras el fiasco de Marbella, la derrota del inglés ante Tyler Farrar mostró nuevamente la imposibilidad de que el Columbia ni ningún otro equipo sujete al pelotón con autoridad y conduzca a su líder hacia la victoria como ha hecho en tantas ocasiones en el Giro y el Tour. Cavendish se enfrenta a los demás en igualdad de condiciones, sin 'tren'. Y guerrilleros acostumbrados al asalto con sus propias fuerzas golpean con más precisión en estas llegadas locuelas y desordenadas. El inglés, como sucedió al comienzo del Tour, empieza fuera de cobertura. Encaja mal sus fracasos, pero sería ilógico que saliera de esta Vuelta sin levantar los brazos. Lo normal es que venza alguna etapa. Cuando lo haga, seguramente no se echará a llorar, su nivel de frustración no alcanza a los niveles de julio.

Ha sido un arranque de Vuelta atípico y abrasivo, de desgaste inusual. Alguno, dice la mayoría, pagará estos sobreesfuerzos en el futuro. Ya se verá. De momento, ni ayer ni hoy hay dificultades para este grupo de ciclistas dividido en dos mitades: los ambiciosos y los saturados. Aprovechen unos y otros los momentos de menor desgaste que se avecinan. El fin de semana echarán otro puñado de guindillas extrapicantes en el menú.