LA OPINIÓN DE GOYO

Los Alpes y la crono

Y Evans ganó. Y ganó merecidamente. Evans, probablemente no pasará a la historia como un gran campeón pero sí pasará como modelo de humildad, sacrificio y perseverancia que supo aprovechar su oportunidad cuando la tuvo como han hecho otros ganadores del Tour a lo largo de la historia y aquí me acuerdo especialmente del Zoetemelk del Tour del 80 en que, segundón inveterado primero de Merckx y después de Hinault, supo aprovechar el abandono de Hinault en los Pirineos por una tendinitis para llevar el amarillo a Parris después de no sé cuantas veces de delfín del ganador.

El triunfo de Evans se ha basado en la inteligencia en carrera y en saber conocer sus cualidades y sus limitaciones. Tuvo su momento de alarma en la etapa con final en el Galibier cuando pensó, como pensamos todos, que en el ciclismo actual un ataque a 60 km de la meta no puede ir a ninguna parte. Pero este razonamiento impecable estuvo a punto de irse al traste por dos circunstancias excepcionales y difícilmente predecibles: una, la actitud pasiva de Contador, mejor dicho del equipo de Contador, absolutamente invisible a lo largo de todo el Tour (me excuso: hoy en la crono ha aparecido Richi Porte con un 5º puesto en la etapa) y dos el no valorar adecuadamente la calidad de los dos caballos que llevaba el Leopard por delante (Monfort y creo que Posthuma) y que le hicieron un magnífico trabajo en el valle que conducía Briançon hasta el desvío del Lauteret para Bourg d’Oisans. No por ello hay que minusvalorar el etapón de Andy, impropio de estos tiempos, donde los ordenadores y los pinganillos mandan sobre el corazón y la épica. Pero no minusvaloremos tampoco la prestación de Evans que, con sacrificio llevado al paroxismo y sin ayuda de nadie, fue capaz de recortar 2 minutos a Andy en los últimos 9 km, los verdaderamente duros de la ascensión. Para mí, ahí sentenció el Tour que venía ganando desde el Pasaje de Gois.

Esta etapa contempló el hundimiento de Contador y puso al descubierto el porqué de su raro comportamiento con sus absurdos ataques, impropios de un campeón de su calibre, en los descensos hacia Gap y hacia Pinerolo donde más parecía que buscaba una caída del poco habilidoso Andy que sacar un beneficio racional. En esta etapa se vio que Alberto no tenía fondo, que su gasolina no era de 98 octanos, y que el Giro ganado a lo Merckx o a lo Hinault le pasaba la lógica factura ¡Ya no estamos en los años 80! La etapa de L’Alpe no hizo sino confirmar lo dicho más arriba: era una etapa corta (110km) y explosiva con dos monstruos alpinos, el Galibier por la cara norte (el Galibier pata negra) y L’Alpe. Pero esta etapa tenía un gran inconveniente y no era otro que el largo descenso hasta Bourg-d’Oisans, de más de 50 km, lo que hizo posible el reagrupamiento al pie de L’Alpe. Creo que aquí se equivocó Andy al no colaborar con un Contador ya desahuciado para la general y teniendo por detrás a un Evans sin gregarios. Si Andy y Contador inician la subida a L’Alpe con un minuto de avance, colaborando los dos y con ofrecimiento de la etapa a Contador por parte de Andy, es posible que la moral de Evans hubiera sufrido un fuerte golpe. Pero no lo hizo así y la consecuencia fue un subidón de moral para Evans que se hizo evidente en los últimos 3 km donde a punto estuvo de soltar a Andy después de negarse a firmar las paces que le proponía el menor de los Schleck como se vio en la TV.

No quisiera pasar por alto dos hechos que me llamaron la atención en esta etapa. Uno, el comportamiento de Voeckler en el Galibier, corriendo como un pollo sin cabeza, sin nadie que le dijera que en ciclismo hay que estar con los de adelante o con los de atrás pero nunca en medio. ¿En qué pensaba Bernardeau, su director, para pararlo y decirle que esperara al grupo de Evans? La factura de su error vino en L’Alpe con la pérdida de su maillot amarillo (que se daba por descontado) y lo que es peor la pérdida del podio en Paris que sin este error de principiante ocuparía en lugar de Frank (al que por cierto hoy ha superado en la crono).

El otro hecho que no quiero pasar por alto es el comportamiento de Samuel Sánchez, otro “pollo sin cabeza” por no ser malpensado pues a veces parece que a este chaval le molestan los triunfos de sus compañeros (si fuera vasco estoy seguro que la prensa generalista, el MARCA y el AS lo tildaban de terrorista y no puedo dejar de pensar que algo de “terrorista deportivo” sí que tiene). Me explico: el Tour es una competición que se corre por equipos privados y no por selecciones nacionales y por tanto un ataque de Samuel para atrapar a Contador y anotarse un triunfo tan prestigioso como de L’Alpe, no admite discusión. Pero si te llevas a rueda a un corredor (me da igual que sea francés o de Utrera) y no eres capaz de soltarlo lo lógico es solicitarle colaboración y si no te la da te caben dos opciones: o le lanzas un ataque seco para ver si es capaz de seguirte o te paras y le obligas a tomar sus responsabilidades si quiere ganar la etapa. Cualquiera que conozca L’Alpe sabe que si llegas al último Km con 6-8 segundos de ventaja tienes la etapa ganada pues lo que queda es un falso llano que se hace con plato, salvo los últimos 200 metros. Es lo que hizo, muy inteligentemente, Rolland, fue a rueda toda la subida y faltando 200 metros para el último km pegó un acelerón, sacó 10 segundos, y en la meta nos vemos queridos.

Más arriba y entre paréntesis, decía que este chaval tiene algo de “terrorista deportivo” y no tengo por qué ocultar la poca simpatía que le tengo desde el Mundial de fondo en carretera de Stuttgart-2007 donde, en mi opinión cercenó las grandes posibilidades de Freire de anotarse su 4º Mundial y que finalmente ganó Bettini. Las cosas, hablo de memoria fueron más o menos así: en el último Giro del circuito había un grupo delantero de 8-10 unidades donde viajaban, entre otros, Bettini, Kolobnev, Evans, Rebellin y, naturalmente, nuestro ínclito Samuel. Por detrás el grupo principal viajaba a poco más de un minuto y gracias al esfuerzo, primero de Valverde y después del Triki Beltran, trabajando para Freire, la unión estaba prácticamente hecha a falta de 3-4 km para meta. Pues bien, cuando esto iba a suceder nuestro querido Samuel pegó un arreón llevándose tras a él a los citados anteriormente y echando por tierra todo el trabajo de Valverde y el Triki para colocar a Freire. Conclusión: 1º. Bettini. 2º. Kolobnev. 3º. Schumaker. 4º.Frank Schleck. 5º. Evans. 6º Rebellin, todos en el mismo tiempo. A 8 segundos llegó nuestro amigo Samuel. ¿Pero es posible que este muchacho pensase en algún momento que podía ganar un sprint para un Mundial a Bettini, Evans, Rebellin, Kolobnev….? Y no me citéis el oro olímpico que esa es una carrera por equipos nacionales de 4 corredores, incomparable a un Mundial.

Bueno, dejo ya a Samuel porque es empezar con él y no sé cómo parar. Pero no quiero terminar de mencionar la amistad que dice que tiene con Alberto y yo me digo que si así son los amigos de Alberto, como serán sus enemigos.

Sigamos con el Tour aunque ya poco queda que comentar. La crono de hoy ha tenido un lógico ganador, Tony Martin, del que se dice que el año que viene va al Saxo. Evans, inconmensurable. Alberto muy bien y pienso que si se hubiera jugado algo hubiera estado muy cerca de Evans y Martin. Los demás, cada uno donde se esperaba a excepción de los hermanísimos, de los que pienso que han tenido un día horrible; que menos que esperarles entre los 10 primeros, al menos por delante de Voeckler.

¡Ah! Antes que se me olvide: el maillot verde de este Tour (segundo en importancia por si alguien mal informado por nuestra prensa deportiva no lo sabe) le corresponde en buena ley a Evans. Cavendich ha llegado dos etapas fuera de control y tanto Rojas como Gilbert han llegado con el control cerrado en una etapa. Claro que el Tour no tiene arrestos de privar del sprint de Cavendich en los Campos Elíseos al “entendido” público parisino. Por cierto, creo que el vencedor en puridad de la crono de hoy es también Evans pues creo que Martin también llegó fuera de control en una etapa.

Esperando que el TAS sea magnánimo con Alberto y podamos verle en el Tour 2012 con gasolina 98 octanos, un saludo para todos los que tengáis la santa paciencia de leerme, Goyo.

25/07/2011